miércoles, 15 de julio de 2009

POEMA DE ÁNGELES FERNANGÓMEZ


Poema inspirado en el cuadro “Esperándote” de Mª Carmen de Inés.

Autora del poema: Ángeles Fernangómez

ESCALOFRIOS


El niño lo nota,
lo palpan sus dedos desnudos de piel.
No mira. No sabe.

No ve todavía.
No es.
Nunca ha sido.

Pero ve a su manera,
a su modo percibe en la cueva
que el gusano blanco le mira,
es amigo, bueno, gusanito bueno
que sabe a maná de la madre. Maná.

Perfora, taladra y penetra el gusano
en la manzana del vientre
que una madre presta al hijo no nato.
Una madre que come veneno
y le pasa las sobras
al niño que duerme en la cuna primera,
manzana de vientre preñado,
zumo de cicuta en las venas.

El niño confía, no sabe no hacerlo.
Le dicen los genes que una madre es
el brazo que abraza,

la mano que mima,
la boca que besa,
la casa que acoge...

No puede. La madre no puede.
No supo engancharse a la vida
y ahora mira sin ojos
al niño-manzana

que sabe
que lleva
en el vientre.
Y no ve.

Llorará ese niño cuando su piel sea del aire,
buscará en la cuna de tablas
un gusano blanco que juegue con él a ser viento,
a subir y a bajar a las nubes,
a volar
sin saber y sin alas,
en una manzana caliente,
placentera caverna de sueños que no se recuerdan.
Olerá la manzana de nuevo
y allí, le darán lo que quiere.

Que le dejen paso
Que cierren las puertas
Y que nadie llame.

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