miércoles, 15 de julio de 2009

POEMA DE Mª JESÚS SOLER ARTEAGA (SEVILLA. ESPAÑA)

PROPIO

Quise refugiarme en mi propio corazón lleno
no hace mucho de vida, de ilusiones, de deseos
(“El día de difuntos de
1836”, Larra)

Leí en aquella página del libro
que ahora descansa sobre mi mesa,
revuelta y llena de papeles:
Quise refugiarme
en mi propio corazón...
Pensé en el día de difuntos,
en el mes de noviembre, en Madrid en otoño;
pensé en el periódico envolviendo unos pescados,
en esas hojas arrebatadas por el viento,
en flores blancas que se oxidan,
en su corazón derramado sobre el papel.
Pensé en él y en la inutilidad del sufrimiento,
pensé cuántos otros artículos no escribió,
cuántas mujeres pudieron amarlo,
cuántas páginas faltaban en mi libro,
ése que dejé en la mesa revuelta.
Quise refugiarme
en mi propio corazón...
no se me ocurrió lugar mejor ni más seguro,
un corazón repleto de esperanza
y dichoso de latir en mi pecho.

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